lunes, 27 de abril de 2009

La noche es el interior de un jarro...
¿acaso no es festiva siempre?
¡llegamos a las profundidades!
¿no es maravilloso ver cuando los colores tienen los ojos cerrados?
En la noche la luz es como risas y los caminos avanzan en la densidad.
Los coches transitas ininterrumpidamente por la calle de enfrente.
Su ruido de lámina rompe la oscuridad de la noche y su brillo líquido nos delata.
Las formas se burlan de quien intenta capturarlas y se escapa entre las ranuras un poco de nuestra esencia.
Porque mi despedida más sincera será cuando renuncie a aferrarme con una imperceptible sonrisa.

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